El Monasterio de San Pedro de Montes, ubicado en la localidad de Montes de Valdueza, al lado de Ponferrada, es una de las joyas más delicadas que esconde el paisaje berciano.
Fundado hacia el año 635 por San Fructuoso, junto con el monasterio de Santa María de Carracedo, fue uno de los más poderosos de la Tebaida leonesa, elegida desde el siglo VII para el aislamiento por los monjes eremitas.
Rodeado de altos montes su breve claustro tiene una luminosidad especial, sobre todo en primavera, que invita a disfrutar del verdor de la naturaleza que lo rodea plagada de olivos, tejo, laureles, pinos, cipreses y tamarindos.
¡Desde luego el entorno no puede ser más idóneo para lograr la introspección, el recogimiento y la conexión con todos los sentidos!... Pero cuando eligieron este lugar poco imaginaban San Fructuoso y su discípulo Baldario las complicaciones, problemas, intrigas, enfrentamientos, incendios y desamortizaciones que viviría el pequeño oratorio que edificaron dedicado a San Pedro Apóstol frente al antiguo Castro Rupianense.
Tras mil visicitudes a lo largo de los siglos y pasar por un total abandono durante mucho tiempo en 1931 fue declarado Monumento Nacional. Desde 2003 se han realizado diversas intervenciones, siendo la más importante la de 2017, tras la cual dejó de estar en estado de ruina.
¡Un lugar para volver a 'perderse' siempre! ... Y con una historia a la altura de un gran guión de película o serie tan del gusto actual.
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LA CASA DEL BIERZO EN MADRID
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